Panamá, como el resto de América Latina, se está urbanizando tan rápidamente que la gran mayoría de sus problemas son urbanos. El tráfico, la basura, la delincuencia y la pobreza reducen la calidad de vida de los residentes del centro de la ciudad, llevando a muchos pobladores a mudarse fuera de la ciudad o a grandes edificios aislados y comunidades cerradas. El resultado es más desigualdad, más contaminación, menos comercio y un nivel de vida más bajo para todos.
Muchos piensan que estos problemas solo pueden ser abordados por el gobierno, pero creemos que una empresa privada con visión, capital y una actitud cooperativa, puede jugar un papel positivo y esencial.